Como le va... tanto tiempo!!!

Realmente me permito dudar si alguien lee estas páginas. Luego de haber posteado con una constancia que yo mismo envidio y de haber suspendido ese ritmo por completo durante dos semanas no hubo quejas de ninguna naturaleza. De todas maneras, no importan esas cosas por estos días.

Muchas cosas raras me pasaron en este último tiempo. Cambié de trabajo, entré como productor periodístico en América 24, el canal de noticias de América. Es realmente curioso lo que sucede por ahí adentro. El ritmo es intenso y resulta bastante complejo coordinar un equipo formado por tanta gente. Mucha gente nueva como yo y tanta otra que está hace muchísimo tiempo. Las caras y voces que poco a poco se van haciendo familiares siempre fueron cálidas y supieron darme una bienvenida cordial y medida.

Tanto se dice del "ambiente" de los medios y de como es la gente que trabaja en el "medio" que no se qué pensar. Es raro. Quizá a ellos les pasa lo mismo que a mí. Cuando llego a mi casa y veo en la televisión una nota en cuya edición yo decidí qué era lo importante, no me sorprende y creo fervientemente que esa era la noticia. ¿Y si la noticia era otra? ¿Y si mi pluma se equivocó al afirmar que la cuarta frase del discurso de Cristina era la importante? ¿Quién paga esos platos rotos? Ustedes. Nosotros.

Me falta todavía esa malicia que permite manipular la información conscientemente, ignorando que la gente que está del otro lado procesa sólo aquello que percibe y, que desde el sillón solamente se ve lo que uno, del otro lado de la pantalla les muestra. Es peligroso. Me estoy volviendo, poco a poco, en un ser peligroso. Afortunadamente por ahora defino pocas cosas (dos o tres desde que empecé) con lo cual no creo que les haya causado ningún daño.

Pero veo el daño que se produce a diario a todos aquellos que consumimos información. Un daño llevado a cabo por gente que se da el lujo de jugar a ser periodista escribiendo oraciones con una birome bic en una hoja borrador.

Trabajando en San Pedro pude ver y sentir los dos lados. La reacción allí es inmediata, lo cual hace que sea una excelente escuela. Decir algo equivocado es el peor de los errores. Causa una reacción en la gente que no tarda mucho en mostrarte que tu negligencia les cambió la vida. También decir la verdad genera despidos, cambios, consecuencias (de las deseadas y de las otras) y eso se ve y se siente. Las miradas en tu espalda al cruzar la Plaza Belgrano, los cuchicheos que se transforman en la banda de sonido de tu pasar por la Plaza Constitución y los bocinazos que te acompañan en el transcurrir por las barrancas te hacen notar que sos un factor de cambio.

Nadie conoce a Juan Pérez. Él, y nadie más, es el que decide qué es noticia y qué no en América 24. "Los tres muertos venden, hagamos informes de esos tipos todos los días" y nadie se puso a pensar si acusar a tal o a cual de narcotraficante; sin la mínima prueba y siempre usando el verbo en condicional manteniendo el margen necesario para desdecirse sin ningún pudor; puede causar daños irreversibles en la vida de aquel o este.

No es el caso del triple crimen lo único. Se hace a diario y con cualquiera de las cosas. El vértigo no permite chequear fuentes, razonar, pensar, informarse. Creo que la gente más desinformada es la que produce la información ya que en su segmentación de la misma recorta vorazmente, dejando afuera por anticomercial lo substancial.

Y en este preciso instante estarás pensando, ¿Para qué estás laburando en ese lugar si tenés tantos pruritos? La respuesta es fácil de escribirla pero tan difícil de llevarla a cabo. Porque me levanto todos los días pensando en que puedo cambiar el mundo. Estoy loco, ¿no? Seguramente. ¿Y qué? ¿De verdad pensabas que todos los locos estaban encerrados? Jajajajajajaja...

Quizá desde adentro se pueda, con tiempo y esfuerzo, modificar algo de esta realidad tan triste, macabra y aberrante. Con algo de suerte llegue a estar en el lugar de ese Juan Pérez y pueda ordenar a ese incipiente productor que me chequeé la información antes de afirmar que tal o cual es culpable de tal o cual crimen, cuando el juicio recién empieza y va a durar más o menos siete meses. Quizá en ese momento no me sirva como comodín un verbo en condicional que todo el mundo escucha como una afirmación transformándose en un arma de doble filo.

Es verdad que hace menos de un mes que estoy "adentro". Mi cabeza todavía sigue libre de contaminación. El dicho afirma que una manzana podrida te pudre el cajón, ¿se dará el proceso inverso? ¿Cómo lograr no contaminarse con tanta manzana podrida alrededor? Quizá me sirva de antídoto las palabras, los rostros, los abrazos y reproches de aquellos sampedrinos que, como oyentes y lectores, supieron enseñarme lo más importante que tiene el periodismo; EL OTRO LADO.

Comentarios

bletemita ha dicho que…
Cómo le va... tanto tiempo!

jejeje

felicitaciones quique por este nuevo trabajo, ojalá logres revertir la podredumbre de esas manzanas...


yo te voy a ayudar desde otro lado, pero todavía no me encontraron, viste?

un abrazo enorme y de nuevo, felicitaciones y fuerza!
Anónimo ha dicho que…
Felicitaciones...

Nos veremos en los pasillos si todo sale bien!

Seguro se nos caera alguna idea con la cual cambiemos eso...

Abrazo.

Tóma.
Salomé Rodríguez ha dicho que…
Hola Quique! Muy buenas como siempre tus notas! Tus primos, que te quieren, Salo y Gastón!
Enrique Pareta ha dicho que…
Creo que desde que empecé con el blog que no tengo tantos comentarios. Gracias a todos.

Toma: Como es eso de que nos vamos a encontrar en los pasillos!?

Salo: Pongámonos las pilas para vernos...

Bletemita: Contestame el mail!!!!
bletemita ha dicho que…
me olvido de que acá sale la cuenta de gmail.. nunca la reviso..


ahi te contesteeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee
Anónimo ha dicho que…
Claro Quique!! Algun día voy a trabajar!!!

jajaja...

Es más, si sabes de algo, chifla!

Abrazo!

Tóma
Anónimo ha dicho que…
Claro Quique!! Algun día voy a trabajar!!!

jajaja...

Es más, si sabes de algo, chifla!

Abrazo!

Tóma

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