Economía politizada (el interior, el exterior y… ¿lo otro que?)
Un poco de historia
Hay tanto para decir cuando se habla de la relación que los gobiernos tienen con el campo en la República Argentina. Los orígenes se remontan a muchísimo tiempo atrás. Pensar esta situación requiere retrotraerse a aquella nefasta División Internacional del Trabajo que realizó nuestra “verdadera” madre patria, Inglaterra en los comienzos del capitalismo moderno a principios del Siglo XX. Allí se decretó que la Argentina sería país exportador de materia prima e importador de productos manufacturados sellando a fuego la dependencia colonial que dura hasta hoy.
Pero algunas cuestiones dejaron de ser color de rosa. La economía empezó a reaccionar de otra manera y a darle un revés al clan que después de cuatro ministros de economía (contando a Lavagna, Micelli, Peirano y ahora Lousteau) sigue sin encontrar el rumbo.
Hace ya un tiempo que la inflación complica el panorama del gobierno nacional que pensó, en un primer momento, que manosear los índices del INDEC sería suficiente para tirar esa cortina de humo digna de un ninja de película japonesa el domingo a la noche en I-Sat.
Hablemos de redistribución. Se supone que la redistribución de la riqueza tiene que darse de forma equitativa porque una redistribución que oriente las divisas para sacarlas de un sector favorecido por el contexto mundial y llevarla a otro sector empresarial no le brinda un mayor poder adquisitivo a la población en su conjunto, sino sacarle a unos pocos para darle a otros pocos. Sería algo así como Robin Hood pero en vez de darle a los pobres, le dan a los otros ricos.
Se habla entonces del interior. El interior vendría ser todo aquello que no es Capital Federal y el conurbano bonaerense; el exterior por su parte es todo lo que no pertenezca a la República Argentina; cabe preguntarse entonces, ¿bajo que categoría entran la Capital Federal y sus alrededores? No son interior, no son exterior. Queda claro el error que se comete al llamar interior a la mayor parte del territorio argentino.
Ahora veamos esta cuestión que también resulta interesante. Es sabido el trato y maltrato que el kirchnerismo en su conjunto tiene con la prensa. Nestor Kirchner, el ahora expresidente que en sus cuatro años de mandato no realizó conferencias de prensa y que utilizó para comunicarse, los actos de anuncios de obras públicas y otras reuniones de ese tipo. Este manejo para con los medios sigue existiendo y es cada vez mayor. A continuación se adjuntan las fotos de las tapas de hoy de los principales diarios, Clarín, La Nación y Página 12.
Si tratáramos de encontrar una metáfora para explicar como funciona el estado argentino en estos tiempos podríamos decir que es como el cuerpo humano. Nadie le da importancia a lo que se encuentra en el interior porque no se ve pero es lo que nos mantiene funcionando.
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