Catarsis

Me siento frente a la página en blanco de un word que todavía lleva por nombre Documento1.doc y siento que algo revelador va a pasar. En realidad, no. Mentira. Lo cierto es que hoy no es uno de esos días en donde la vida me sonríe a pesar de que mi fin de semana haya sido precioso, cargado de emociones y de sensaciones. La semana comienza con millones de cuestionamientos y con un desgano significativo.

Esta es la segunda entrada de carácter personal que posee este blog y lo cierto es que siempre tienen un aire a bajón para hablar modernamente. Claro que cuando estoy feliz, entusiasmado y con ganas de hacer cosas escribo cuestiones que tiene que ver con la situación actual de Argentina y el mundo. No suelo escribir que estoy bien. El tema es que cuando me siento como lo hago en este instante se me vuelve dificultoso analizar complejas situaciones sociales, políticas y económicas que bastante mal analizo cuando estoy bien de ánimo.

Lo más preocupante es que no se porque estoy como estoy. Tengo cosas para hacer y no tengo ganas de hacerlas. Del año pasado a este me planteé un cambio rotundo y significativo y poco a poco lo voy logrando aunque quizá sea parte de ese cambio esta sensación de malestar extraño.

Van tres párrafos y el archivo aún preserva su nombre, tengo miedo a que la X roja en el margen superior derecho indique la muerte de esta catarsis sin que llegue a los ojos de nadie más que aquellos que circunstancialmente pasan por detrás de mi computadora en mi horario de trabajo. No, tiene que seguir su camino. La catarsis no es tal hasta que no se exterioriza y que mejor que exteriorizar artística y/o literariamente. Llegará a destino.

Un destino incierto como el mío. Esta entrada es publicada y nadie sabe quien la leerá. Incluso cuando uno le dice a un amigo o conocido que lea su blog puede ser que ese no la lea y que otro con tiempo demás por internet se interese por cosas que uno escribe por aquí o por allí. Así es mi destino también, incierto. No se sabe para donde va a rumbear y por más de que uno está haciendo constante fuerza para rumbearlo empiezo a creer que siempre hay una cuota de algo que escapa a la propia voluntad y que tiene que ver con las circunstancias externas.

Aunque pensándolo bien, todo el tiempo andan diciendo por allí que cada uno es artífice de su propio destino con lo cual yo debo poder ser artífice del mío. Si es así, estoy yendo por el buen camino entonces. Un camino difícil, complejo, lleno de trabas, tropezones, sin sabores, malestares, llantos, risas, placeres, divertimentos y satisfacciones. Un camino como tantos otros caminos similares de gente, que como yo, decidió forjar su propia senda.

Me detuve para guardar el archivo, se llama Catarsis porque sencillamente eso creo que es esta entrada. Una “Liberación intensa e inmediata de las emociones y tensiones de un sujeto ante determinados estímulos externos o internos y que hayan sido relegados en el inconciente hasta el momento de producirse la liberación de la tensión”.

La sensación de LIBERACIÓN es la más preciosa de todas. ¡Viva la catarsis!


N del R.: Me gustaría aclarar aquí que esta nota no ha sido releída ni corregida porque corregir una catarsis sería podarla y coartarle la posibilidad de que sea precisamente eso, una catarsis.


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