Cosas que no entiendo


Como ha quedado claro a lo largo de este blog, la cosa va de hacerse preguntas, muchas preguntas para ver si, en una de esas y por casualidad, encontramos una, aunque sea una respuesta. Tanto va el cántaro a la fuente que…

La pregunta que nos ocupa en esta entrada la voy a plantear de forma directa ¿Por qué existe diferencia salarial entre hombres y mujeres que realizan la misma tarea? ¿Realmente estamos tan atrasados a nivel social como para no darnos cuenta de que no hay ninguna diferencia real entre los géneros que justifique esta discriminación?

Lo más triste es que en este momento me imagino al mismo empleador comentando con sus compañeros yupies ejecutivos, en un after office que tiene lugar todos los miércoles y viernes en un bar irlandés del bajo porteño, las ventajas de contratar mujeres y pagarles menos. El otro parteneir de la conversación (parteneir y no amigo; esa gente es muy difícil que tenga amigos, la amistad es un valor demasiado poco comercial como para prestarle atención) comenta que leyó en un blog a un salame que mostraba indignación por la situación, “¡Cómo se nota que no es ejecutivo ese zurdito pusilánime!” se escuchó en el bar.

Sí, me produce indignación y cabe destacar aquí que no soy mujer. ¿Por qué tendría que serlo para manifestar que algo anda mal acá? Señores (y aquí la cuestión de género es intencional, a los hombres va dirigida esta parte) es producto del sentido común darse cuenta que a igual salario, igual remuneración. Como aprendimos allá lejos y hace tiempo en la escuela secundaria: A=B=C entonces C=A.

Para aportarle dinámica a este blog es que frecuentemente se incorporan audios o videos ilustrativos. En este caso me permito incorporar a esta publicación un informe periodístico que realicé esta semana sobre este tema. Escuchenlo, son algunos minutos y lo cierto es que sirve a la hora de comunicar de diferentes maneras. Disfruten y... ¡NO A LA DISCRIMINACIÓN!




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