Oficios a futuro


Papa: ¿Qué querés ser cuando seas grande?

Hijo: ¡Yo quiero ser bombero!

Cuantas veces hemos presenciado esta escena tan tierna y tan hermosa. Luego, por supuesto, la vocación se desdibuja a la luz de las fuerzas del capital que nos dictan que en realidad debemos trabajar de otra cosa si de verdad queremos vivir de nuestras tareas.

Pero de los 200.000 chicos que día a día a la edad de 3 años dicen que quieren ser bomberos algunos pocos, muy pocos, lo logran. Son esas personas cuya vocación de servicio y pasión por la adrenalina puede más y deciden ser bomberos voluntarios. Esta gente es la que día a día se juega la vida “a voluntad”. Esto significa que lo hacen sin esperar nada a cambio más allá de lo que dicte nuestra propia voluntad.

Por nuestra parte sólo nos acordamos cuando los fuegos no son apagados. Nos acordamos cuando nos molesta la sirena que invoca a los efectivos a trabajar. También aparecen en nuestro imaginario cuando están vendiendo bonos contribución en los semáforos. Es realmente un oficio de lo más ingrato, cuando su trabajo está bien hecho nadie lo reconoce y cuando lo hacen mal están en todas las tapas de los diarios.

En este año fueron grandes protagonistas por los incendios en las islas del delta del Paraná, los incidentes en Neuquén por la erupción del Chaltén, las inundaciones en parte del Chaco y todo otro tipo de destrozos que, intencionales o naturales, invocan a la asistencia de los bomberos.

Hoy es el día de los bomberos voluntarios, FELIZ DÍA A TODOS.

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