¿El otro yo o el nuevo?

Pasaré a transcribir aquí un texto que escribí el pasado sábado volviendo de la Ciudad de San Pedro luego de haber realizado aproximadamente 6 horas de radio, 4 produciendo y 2 conduciendo. Antes de pasar a ese texto les dejo una cita que es propia de la entrada anterior pero tal vez tampoco sea casual ubicarla aquí.

"... quien se mete en política, es decir, quien accede a utilizar como medios el poder y la violencia, ha sellado un pacto con el diablo, de tal modo que ya no es cierto que en su actividad lo bueno sólo produzca el bien y lo malo el mal, sino que frecuentemente sucede lo contrario. Quien no ve ésto es un niño, políticamente hablando" (Weber, 1982: p.358)

Temeroso. Dubitativamente temeroso. No logro reconocer si el visible temblor de mi caligrafía se debe al movimiento del vehículo que me transporta o a la sensación reinante en mi interior. Fito Páez canta fuerte en mi cabeza: "yo puse las canciones en tu walkman, a mí la vida me puso en otro lado". Hoy me tocó ocupar una posición de privilegio, fue mi turno de poner palabras en los miles de walkmans, mp3's y transistores que sintonizaron esta frecuencia y por primera vez sentí que la vida, caprichosa como siempre, me ubicaba en otro lugar.

Donde uno está parado forma parte constitutiva del ser. Con lo cual cabe preguntarse ¿Qué es uno cuando no sabe en qué lugar lo puso la vida? Miro a mi alrededor, desde acá, y veo en lo lejano a ese otro que creía ser. El eter conoce muy bien a aquel que con una sonrisa me saluda chiquito en el horizonte. Ese hombre en el que su histrionismo y su sensibilidad compensaban su angustiosa falta de carácter. Aquel niño agradable de lágrima fácil y enojo difícil, casi imposible.

Hoy incómodos episodios me sacaron de mí. Me enojé. Para sorpresa de aquellos que solían ver a aquel niño, para mí sorpresa me enojé. La sensación es extraña pero para nada desagradable, exteriorizar el enojo resulta ser una experiencia altamente interesante. Sin embargo, ese no soy yo, ¿o sí? ¿Cómo puedo saber lo que soy si no se donde estoy parado? En este último tiempo me embarqué en un proceso de redescubrimiento personal de afuera para adentro. 40 kilos demás que no me dejaban ver que había detrás; una vista deteriorada que, sin haber sido nunca bien tratada, no colaboraba mucho y una voz que salía desde otro lugar. Quizá sea hora de hacer el camino inverso, de ir de adentro para afuera; quizá después de más de dos años de radio, sea hora de empezar a hablar.
Por lo pronto hago lo que puedo, escribo para encontrar quien soy, escribo para encontrar mi voz/s, ESCRIBO PARA NO MORIR.

Comentarios

Andi ha dicho que…
Ni el otro ni el nuevo, el unico....
el unico niño / hombre q crecio y maduro y se fue moldeando con el correr de los años Freddie querido...
Es bueno reconocerse a uno mismo antes y despues, y hay gente q no sabe apreciar (logicamente no es tu caso) q el q fuimos nos trajo a donde somos, y q no podriamos ser el q somos hoy sin el q fuimos ayer.
Me gusto lo q lei, segui por ahi q parece q vas bien! :)
Beso Enorme y espero q nunca dejes de ser el q fuiste, mi trainer querido!!! :)



Andi Sampietro
Nico Moneta ha dicho que…
Las vueltas de la vida me llevaron a tu blog, del cual no sabia de sus existencia (gracias facebook!).

A medida que fui leyendo el texto, se me vinieron comentarios a la cabeza, los cuales lei impresos en las palabras de Andi..

Es asi, todo lo que paso, lo bueno y lo malo, lo que puteamos cuando paso, y lo que nunca quisimos que termine.. Todo eso, y solo eso, en esa combinacion justa hizo que hoy seamos lo que somos, pensando lo que pensamos, y actuando como actuamos.

Compararte con tu pasado, es lo unico que te permite evaluarte, ver los caminos por los que fuiste y quien dice, quizas termines como Fito, al lado del camino.

Un abrazo! Y un placer volver a saber de ustedes!
Marcos Aguilar Almeida ha dicho que…
No siempre es fácil mirar adentro, mirar atrás, ni al presente ni al futuro. Pero si hay alguien que me enseñó que a veces lo mejor es tirarse a la pileta con lo que uno lleva puesto ese sos vos y difícilmente pueda y quiera olvidarlo.

¡¡Gracias por enseñarme tanto!!

Marcos.

Entradas populares de este blog

Luis XVI y María Antonieta

Las palabras dicen muchas cosas

Un tango para Serrat