"Television rules the nation"

Viajaba ayer en el Ferrocarril Urquiza desde Chacarita hasta Hurlingham y en una de las estaciones (creo que era Pablo Podestá) vi una pequeña pintada en aerosol que le dio el título a esta entrada de blog.
Tanto se habla de la televisión que hoy por hoy ya no se que postura tomar. Están aquellos que afirman que desvirtúa las cosas y que personas y/o personajes como Tinelli, Susana, Mirtha y demás yerbas ridículas provocan que la gente deje de pensar seriamente en lo que a uno le sucede. Es ineludible la escena de aquel hombre alienado que al salir del trabajo y encontrar el calor de su hogar opta por no pensar y bucea a través del zapping en la búsqueda de la mejor versión de la vida de Ricardo Fort (la más escandalosa versión, por supuesto).
No importa lo que haga, no importa lo que vea, a mí siempre la televisión me deja pensando. Sin embargo esta vez fue un graffitti el que provocó este pequeño razonamiento que pretendo plasmar en estas letras y cuyo éxito, como siempre, será relativo.
Mientras yo miraba esa pintada extraña un grupo de personas agrupadas por la página de facebook de un programa de televisión (678) se autoconvocaba en la Plaza de Mayo. Un día antes tuve la oportunidad de formar parte del acto político más multitudinario al que haya asistido en mi vida.
Pertenezco a una generación que no tiene impregnada, como solía pasar en otros tiempos, la pasión por la movilización. Creo que es justo aceptar que mi generación (para los que no me conocen, tengo 27 años y nací en 1982) tiene como característica un sedentarismo real, virtual y preocupante. Las salidas esporádicas nunca suelen ser para manifestarse públicamente sino más con una posibilidad de diversión pseudo egoista aunque compartida. Mi generación se puede jactar de llenar grandes estadios al ritmo de los acordes de algún grupete musical pero no puede sostener cuerdamente que somos grandes movilizadores sociales o políticos.
En el día de ayer, como adelanté hace algunos párrafos televidentes-cibernautas del programa de Canal 7, 678 se autoconvocó en la Plaza de Mayo en apoyo del gobierno nacional o, lo que parece ser lo mismo, en contra de los grandes grupos multimediáticos. Esta vez parecía que íbamos a poder eludir la consigna del graffitti ya que no fue convocada desde el programa sino desde la propia página de facebook y como iniciativa propia de los televidentes; SORPRENDENTE.
Lamentablemente el periodismo pacato, chato y aburrido que suele decidir qué es noticia y qué no de acuerdo a los intereses de grupo y no en relación a los consumidores de información decidió que esto no era noticia y allí la televisión volvió a dominar a la nación. La discusión ya no pasaba más por una autoconvocatoria masiva que contó con más de 10.000 personas y que tuvo como objeto manifestarse en favor de algo. Ahora el debate es si los grandes medios lo ignoran, lo ocultan, hacen referencia o no la hacen. Es cierto que 10 viejas pacatas del barrio de Caballito golpeando sus cacerolas de teflón siempre van a tener sus 5 minutos de fama en los noticieros vespertinos y que un grupo de jóvenes "irreverentes" para con los grandes grupos no pueden prentender que éstos le hagan el caldo de cultivo.
Estoy en una etapa de mi vida muy movilizadora, he emprendido varios cambios y me he dado cuenta que las movilizaciones son todas muy movilizantes. Por lo que no puedo dejar pasar en mi blog las circunstancias que se vivieron esta semana.
Jauretche decía que cuando los pueblos se movilizan lo hacen alegres y cantando; creo que ahí está la clave para entender este tipo de fenómenos. Aquellas movilizaciones amargadas, pseudo golpistas, serias y quejosas no son el pueblo, según el teorema de Jauretche, son intereses privados. Cabe también aclarar que ni las 70 mil personas en Ferro ni las 10 mil en la Plaza de Mayo pueden reivindicarse como "el pueblo" pero cabe reconocer que son otros los intereses que las movieron. Un interés colectivo, social, altruista, comunitario, las ganas de encontrarse con otros que piensan lo mismo que yo, que apoyan a lo mismo que yo; juntarse para generar algo. Creo que es importante que ese "algo" que se quiere generar no necesariamente tenga que ver con lo que diga la TV. Hablemos y debatamos el fenómeno alejado de si apareció o no en TN. Empecemos nosotros mismos a convencernos de que la "realidad" no es lo que se puede ver por televisión sino lo que pasa en la calle, lo que sucede más allá de las paredes de nuestras casas, más allá de los muros subyugantes de nuestros trabajos, más allá de los monitores de nuestras computadoras. Pongámosle el cuerpo a la verdadera realidad, aquella que se construye día a día con el trabajo en común de miles de personas que buscan luchar por ideales y no por intereses. Demostremosle a todos, empezando por nosotros mismos que "Television does not rule the nation".

Comentarios

Mariano Abrevaya Dios ha dicho que…
Muy linda la entrada, che. Muy transparente y emotiva. Creo, como decís, que movilizarnos, hoy, ante tremenda coyuntura política, se torna fundamental, no solo para nosotros, una generación que siempre miró la política como actividad totalmente despojada de valores, sino también, para los que siguen.

No sé cuantos años deberemos esperar para encontrarnos con una realidad política como la de hoy, tan concreta y esperanzadora.
Jorge ha dicho que…
Brillante Quique. adhiero en todo.
Estoy convencido de que es necesario movilizarse y expresarse. En este país la única voz que se escucha y que tiene espacio en los medios es la de la crítica por la crítica misma, en la mayoría de los casos con una escaces absoluta de argumentos, es hora de que los que creemos en algo y consideramos que está bién, lo digamos,no hay que callarse más.

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